Desde la
antigüedad, el oro y la plata han sido conocidos como metales de gran valor
y aun hoy en la actualidad, estos metales preciosos siguen ocupando un lugar
muy importante tanto en la cartera de los inversionistas que los ven como una
excelente oportunidad para conseguir ganancias como en la gente corriente que
busca un modo de preservar su economía. La pregunta que surge cuando se
invierte en metales preciosos, es precisamente cual es el mejor en términos de
inversión y en función de su volatilidad.
Por supuesto existe una
buena cantidad de razones por las que los comerciantes compran metales
preciosos como el oro, la plata y el platino, sin embargo en todos los
casos es importante conocer algunos aspectos relevantes.
Para empezar debemos saber
que el oro es el único metal que por su duración, capacidad para
conducir el calor, maleabilidad (y otras características más), tiene
aplicaciones industriales y en la electrónica, sin embargo generalmente se le
puede ver con mayor frecuencia como la base de joyas preciosas, así como en
monedas y por supuesto en lingotes. También es importante saber que el valor
del oro se determina por el mercado las 24 horas del día, dándose unas
mediciones 2 veces cada día, los siete días a la semana, cotizándose en función
del valor sentimental, aunque su precio se ve menos afectado por la ley de la
oferta y la demanda.
En todo caso, los
metales preciosos son una método útil y practico para diversificar una cartera
de inversiones, sin embargo mucho depende de que se establezcan claramente
los objetivos, así como el perfil de riesgo antes de aventurarse en una
inversión importante.
Cuando los acaparadores
ganan la venta, el precio del oro baja, pero cuando los compradores
quieren comprar, la nueva oferta que se tiene se absorte de inmediato, por lo
que el precio del oro se ven impulsados a la alza. También hay diferentes
factores que pueden explicar el incremento por le cual se desea acumular este
metal precioso como son las existencias del mismo o simplemente, noticias que
provocan el cambio. La más importante en éste último caso sería, cuando los
bancos y el dinero en general, son percibidos por el mercado como inestables,
dando lugar a que se comience a ver como un refugio seguro.
Además de esto, cuando las
tasas reales de rendimiento en las acciones tienden a ser negativas, los
inversionistas por lo general recurren al oro como un activo que puede mantener
su valor a pesar de esto, mientras que si se presenta un escenario de
inestabilidad política o conflictos bélicos, también es una señal de que el oro
experimentará acaparamiento. Por otro lado y a diferencia del oro, la plata los
precios son más volátiles que con el oro debido a que tanto su demanda como
sus existencias son mayores.
Las opciones que tienen las
personas que quieren comerciar con metales preciosos incluyen por ejemplo,
recurrir a los fondos ETF, así como a las acciones y los fondos de
inversión, futuros y opciones, lingotes de oros y certificados. Para los
especialistas, los metales preciosos proporcionan una correlación negativa con
respecto a otras clases de activos como las acciones y los bonos, teniendo en mente
la inversión. Esto quiere decir que incluso teniendo un porcentaje pequeño de
metales preciosos en una cartera, se reduce la volatilidad y el riesgo.
En todo caso, los
metales preciosos son una método útil y practico para diversificar una cartera
de inversiones, sin embargo mucho depende de que se establezcan claramente
los objetivos, así como el perfil de riesgo antes de aventurarse en una
inversión importante.

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