En otros países invertir en
oro físico de inversión es una realidad ya muy presente y corriente
entre personas de todo tipo y condición. En nuestro país, desgraciadamente, aún
no es así, y si bien se han dado importantes pasos en los últimos años al
respecto, bien cierto es aún que este tipo de inversiones no son muy conocidas
para el gran público, cuando en realidad son aptas para todos los bolsillos y
ofrecen grandes ventajas a quien las realiza.
Para empezar diremos que
existe una confusión muy importante sobre el oro de inversión: el oro
de inversión no es ni una propuesta exclusivamente para grandes fortunas,
ni una propuesta extraña que nadie conozca, al contrario, la inversión en
oro es quizá el modo de inversión más antiguo, seguro y arraigado del
mundo.
El oro es oro, pero no todo es oro físico y de inversión.
El oro es oro,
pero no debemos confundir el oro de joyería que por ejemplo llevamos en
un anillo o en una cadena en el cuello que el destinado para inversión, este
último es oro puro y se vende en forma de lingote, etc. Decimos esto
porque si bien es cierto que invertir en oro de cualquier tipo es como
decíamos invertir en este metal precioso, no es en realidad lo mismo.
Del mismo modo no es
lo mismo invertir en oro de inversión que hacerlo a través de
determinados productos financieros que invierten en oro, o en las
empresas que explotan el oro, etc. Todo esto son inversiones que nos
exponen al dorado y precioso metal invirtiendo en él, pero ni todo es lo
mismo, ni ofrece las mismas garantías, ni en realidad es invertir en el oro
de inversión en sí mismo.
Cabe decir lo
anterior pues últimamente se escucha hablar mucho de si se invierte en mineras
que extraen el oro, que si se invierte en determinados derivados
financieros, eso es invertir en algo relacionado con el oro sí, pero no
en oro de inversión físico, es invertir en acciones de mineras u otras
cosas, pero no es tener el lingote e invertir en él, y en realidad esta
es la única opción real y tangible de invertir en oro físico: tenerlo en
nuestras manos.
El oro tiene un valor
intrínseco por sí mismo, así la inversión en oro físico de inversión nos
garantiza disponer de ese oro físico (y no en otros productos
financieros, o guardado no sabemos dónde pero ese sería otro caso a tratar
quizá en otro artículo) y disponer de ese valor, un valor que obviamente
fluctuará en el mercado, pero un valor que hace miles de años no deja de
apreciarse.
Ya disponemos del oro, ¿cómo estar seguros y mantenerlo?
Una vez
ya nos hemos decidido a invertir en oro físico de inversión deberemos
comprarlo, para ello podremos escoger pequeñas piezas de pocos gramos que irán
desde unos pocos cientos de Euros, hasta pesadas piezas de oro que
ascenderán a miles y miles de Euros.
Si
somos pequeños o medianos inversores quizá una buena opción sea diversificar en distintas
piezas, es decir, puede que sea mejor comprar cinco piezas de menos gramos de
oro que una pieza de muchos más gramos. Esto, puede, encarecerá un poco la
pieza unitaria (y por ende tampoco puede resultar aconsejable acudir quizá a
las más baratas, mejor quedarse en un punto intermedio), pues habitualmente a
mayor pieza menor diferencial entre el precio oficial de cotización marcado por
la LBMA (la London Bullion Market Association) y el PVP, pero a la vez nos
aportará la gran ventaja de poder diversificar la inversión. Dicho de
otro modo, si tenemos diez piezas y un día precisamos liquidez pero no tanta
podremos desprendernos del oro por partes y esperar a que el resto se
siga apreciando, por contra si sólo disponemos de una pieza y precisamos
liquidez deberemos venderla toda quedando a merced del mercado en ese momento
puntual.
Ya hemos
comprado nuestro oro físico de inversión y ya lo tenemos en casa,
entonces la gran pregunta es, ¿no es arriesgada esta inversión por si me roban
el oro? Obviamente no es apropiado tener según qué cantidades a disposición fácil
de los cacos pero existen opciones poco costosas (en contra de lo que dicen
determinados lugares con el fin de asustarnos para que no compremos el oro
físico nosotros e invirtamos en sus "opciones seguras") que
podrán resolvernos la cuestión.
Una
buena recomendación sería la siguiente: disponer de una caja fuerte en nuestro
hogar y almacenar el oro ahí hasta una cantidad no muy elevada. Cantidad
que con un poco de holgura (por si guardamos más piezas temporalmente, etc.)
deberemos asegurar mediante el seguro que tengamos del hogar (poner atención a
que nuestra póliza lo incluya, pues algunas compañías lo consideran joyas,
otros bienes de valor especial, otras efectivo, etc., así que hablar con ellos
y asegurarnos que está protegido es indispensable). Luego, esa cantidad que ya
no sea segura de tener en el hogar y no esté asegurada podremos ponerla en una
caja de seguridad de un banco que contratemos, el coste es muy asequible
(comúnmente no llega a 100€ el año y unos 3-4€ cada acceso que hagamos a
nuestra caja), completamente confidencial y por defecto tendremos una
protección mucho superior asegurada (comúnmente el seguro base asciende a los
60000€).
Un
último consejo, a todos los que estén pensando en realizar este procedimiento,
deben pensar también en garantizar este oro mientras es trasladado de
casa al banco. No es probable pero pudiera pasar que nos roben, por ello si en
la misma póliza del hogar nos incluye alguna cobertura de atraco fuera del
hogar para nosotros será bienvenida, así como otras pólizas que puedan
incluirla (las de asistencia en viaje son ideales pero sirven únicamente si
nuestra caja de seguridad del banco y nuestro domicilio están a los kilómetros
de distancia en las que nos empieza a proteger ese seguro, etc.)
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