Quién no tiene en mente la
imagen de montones de lingotes de oro, acumulados en las grandess
cámaras acorazadas de los bancos repletas de tesoros celosamente
guardados y codiciados por los ladrones.
El cine tiene mucha
"culpa" de esto.
Quizás hoy en día pueda
resultar una exageración, pero quizás no esté tan lejos de la realidad. Muchos
bancos acuñan todavía sus propios lingotes de oro, destinados al mercado
de compra-venta de oro que en los últimos años ha visto un nuevo
resurgir debido a la crisis económica.
¿Resulta
rentable guardar los lingotes de oro?
El mercado de los lingotes
de oro puede llegar a tener precios bastante elevados… pero hoy en día se
ha empezado a contemplar como una alternativa a las inversiones en Bolsa. En
realidad, las transacciones con oro tienen numerosas ventajas: no
están sujetas a las mismas imposiciones de impuestos y tampoco se ven afectadas
por los vaivenes del mercado que hacen subir o devaluar acciones y monedas.
Naturalmente, son los
bancos de mayor envergadura a nivel mundial, como el Credit Suisse de Suiza o
el Commerzbank de Alemania, los que dominan esta parcela del mercado del oro
y ponen en circulación sus lingotes de oro en numerosos países.
Marcas de
calidad.
Cada banco que acuñe
lingotes de oro para su compra –venta en el mercado
internacional se cuidará bien de imprimirle sus propias garantías de calidad,
con objeto de atraer a un perfil determinado de compradores y granjearse la
debida reputación. Es tradición que cada lingote de oro lleve una marca
característica del banco: puede ser su logotipo habitual o alguna otra señal.
Los lingotes de oro
reconocidos como propios por los bancos, se consideran dentro de la categoría
good delivery: un lingote de oro que ostente esta denominación tiene un
valor superior a la media en lo referente a pureza del material (generalmente
superior al 99,99 por ciento), producción, análisis, etc., y es aceptado sin
restricciones en todos los países y en transacciones de bolsa de todo tipo.